¿Por qué el Diplomado de Investigadores Descalzos?

El movimiento social en Oaxaca cuya expresión más visible se dio en el año de 2006 conllevó una masiva organización social que nadie pudo prever. Desde diversas teorías se ha intentado interpretar este movimiento de movimientos. Consideramos necesario contribuir a entender esta diversidad de reflexiones y, sobre todo, a investigar más a fondo sobre la propuesta de asamblea que ha servido como punto de encuentro a las diversas expresiones sociales y políticas que se han reunido en el seno este movimiento.

El movimiento de los pueblos de Oaxaca encontró en el método de asamblea -para muchos en el nombre de la APPO- su forma natural de organizarse para luchar y vencer, esto ha sido consecuencia natural de la experiencia asambleísta que prevalece en la mayor parte de los sectores de nuestra sociedad, como las colonias y los sindicatos obreros pero, sobre todo, en donde la experiencia es más radical y profunda: en las comunidades de los pueblos indios.

Creemos que debemos limpiar nuestras miradas para examinar con rigor lo que somos y para conocer las características más significativas de nuestros movimientos y de los caminos que creemos necesarios recorrer para crear otra sociedad. Necesitamos dar forma a los nuevos planteamientos teóricos y políticos que coinciden con los desafíos actuales. Y para esto nos proponemos:

Propósitos
· Realizar una reflexión sistemática sobre la situación económica, social y política de Oaxaca, con perspectiva nacional y mundial, con énfasis en los movimientos sociales autónomos; es decir los que luchan desde la base para transformar la sociedad sin la toma del poder del estado. O que van más allá del poder de arriba.
· Discutir, analizar conjuntamente diversas propuestas de transformación.
· Explorar la naturaleza y características de los modos comunales y conviviales de vida (campo-ciudad) en el contexto oaxaqueño.
· Animar a la construcción de consensos para acciones conjuntas. Unidad en la diversidad.
· Contribuir al debate público de los temas asociados con la transformación profunda de Oaxaca.

Medios
1. Organizar un esfuerzo de investigación sistemática, basado en el acopio de información y la documentación en la base social, principalmente en pueblos, colonias, barrios y comunidades del estado de Oaxaca, realizándolo en el marco de las interacciones con las organizaciones sociales y espacios y sectores de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, (APPO) y del movimiento social en general que se visibilizo a mediados del 2006.
2. Organizar durante dos semestres, sesiones quincenales de reflexión, de 5 horas cada una, con la participación de activistas sociales, académicos comprometidos, dirigentes sociales y autoridades tradicionales, entre otros. Dichas sesiones tendrán forma de diplomado, a realizarse a partir del domingo 10 de agosto, a las 11 am.
3. Hacer públicos los diversos planteamientos a través de todos los medios posibles, auditivos, visuales e impresos.

Resultados esperados
· Caracterización y documentación, desde la base social, de los movimientos sociales en Oaxaca.
· Identificación de sus principales tendencias y propuestas.
· Acopio y publicación de iniciativas de transformación.
· Participación en el debate público para la construcción autónoma.
· Diseminación y publicación por medio de audios, videos e impresos de las iniciativas desde la base y las problemáticas existentes para su aplicación concreta.
· Contribuir a la construcción de iniciativas autónomas desde la base social.

PROGRAMA DEL DIPLOMADO DE INVESTIGADORES DESCALZOS

Tendremos sesiones de discusión y reflexión cada 15 días durante un año con distintas autoridades indígenas, activistas sociales e intelectuales comprometidos.

Dichas sesiones se complementaran con talleres teórico-prácticos. Los cuales se agendarán conjuntamente con los participantes.

TEMAS PRINCIPALES

· Introducción al contexto Oaxaqueño- (10 de agosto)
- Ponencia, “Autonomía y comunalidad en Oaxaca” impartida por Benjamín Maldonado, antropólogo y estudioso del magonismo en México.

· Presentación de participantes en el diplomado y acuerdos de logística y organización (23 o 24 de agosto)

· El método de reflexión en la acción. Cuestiones teóricas y prácticas. - Gustavo Esteva (6-7 septiembre)

· Experiencias Oaxaqueñas
- La COCEI-1974-1987, ODRENASIJ en la Sierra Norte, ASAM en la Mixe, La sección 22 del magisterio, El municipio Autónomo de San Juan Copala, entre otros.

· El contexto oaxaqueño.

· Naturaleza y características de la APPO y los movimientos sociales.

· El contexto nacional. Naturaleza de la crisis política y las opciones de resolución.
- El zapatismo
- Experiencias de luchas por la autonomía en México: Los caracoles zapatistas, La policía comunitaria de Guerrero, La cooperativa de Euzkadi, El Congreso Nacional Indígena, El ejercito de Mujeres Mazahuas.
- La otra campaña
- El movimiento lopezobradorista
- Otros.

· El contexto mundial.
-La crisis del imperio y del modelo neoliberal.
- La desglobalización y los movimientos antisistémicos.
- La guerra mundial del capital.
- Perspectivas.

· Experiencias latinoamericanas
- Experiencias de autonomía y poder popular en América Latina: MST de Brasil, Piqueteros de Argentina, CONAIE en Ecuador, Bolivia y las luchas desde las bases, La experiencia de autonomía de la costa atlántica de Nicaragua.

· Las luchas democráticas actuales: formal, participativa, radical.

· Las opciones políticas:
- Reformas del régimen político actual
- Ajustes en las políticas actuales
- Nuevo modelo de política económica y social
- Reformas legales e institucionales
- Nuevo régimen político
- Variantes social-demócratas del capitalismo
- Variantes socialistas
- Variantes más allá del capitalismo y el socialismo

· La perspectiva indígena y el pluralismo radical.

· Naturaleza y características de la fuerza constituyente y su asamblea.

· El significado actual de la autonomía y la construcción horizontal de la sociedad.

· La crítica de las ideologías e instituciones como práctica radical de transformación.


SESIONES FECHAS POR DEFINIR

· Experiencias históricas en México
- Revoluciones interrumpidas en México: La independencia y la revolución mexicana.
- El movimiento del 68

· Otras Experiencias históricas
- Experiencias históricas de revoluciones sociales en Europa: La guerra civil española y la comuna de parís.
- Guerrillas latinoamericanas


TALLERES

*.- Periodismo comunitario.

*.- Edición de video.

*.- Sistematización de bancos de información

*.- Geopolítica

*.- Formación de consensos

*.- Diseño Grafico por computadora, ( Revistas, periodicos, fanzine, etc)

*.- Producción radiofónica

*.- Serigrafía

*.- Encuadernación

TALLER PERMANENTE. Durante todo el año estaremos explorando la investigación descalza con las herramientas metodológicas teórico-practicas de la reflexión en la acción.

Nota importante: En estos momentos nos encontramos confirmando a los ponentes y ajustando las fechas a sus posibilidades de estar presentes. Algunas participaciones serán a través de videoconferencias o de documentales. La mayoría de ponentes participarán físicamente o iremos a sus comunidades. Entre los invitados y posibles asistentes tenemos contemplados distintos investigadores, activistas, intelectuales y/o autoridades comunitarias de Oaxaca, México, América Latina y Europa.

18/9/08

México 2005-2010: Obra en trece actos - CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS




Territorios de la dominación y de las resistencias - RAÚL ZIBECHI


Las grandes transformaciones no
empiezan arriba ni con hechos monumentales
y épicos, sino con movimientos pequeños
en su forma y que aparecen como
irrelevantes para el político y el
analista de arriba.

Subcomandante Insurgente Marcos

En América Latina existen formas de vida heterogéneas, no asimilables a las hegemónicas, porque los pueblos de nuestro continente resistieron la dominación, potenciando sus diferentes formas vivir y, por tanto, de ser. A la inversa, la diferencia social y cultural ha permitido a los sectores populares e indígenas resistir cinco siglos de dominación. Para hacer viable la resistencia, han debido fortalecer y profundizar sus diferencias con la cultura y la sociedad hegemónicas.

En nuestro continente existen territorios heterogéneos, porque los pueblos de nuestro continente resistieron y resisten la dominación, sustentando y creando territorios donde pueden habitar los modos de vida no hegemónicos. Ni la diferencia sociocultural, ni los territorios que la hospedan, son datos de la realidad sino construcciones cotidianas. Lejos de ser esencias se trata de creaciones y re-creaciones permanentes.

Desde hace un tiempo sabemos que no es casualidad que los territorios donde se conserva la diversidad biológica sean, precisamente, los que están habitados por pueblos originarios y culturas diferentes. No es que todavía no haya llegado el desarrollo hasta esos espacios, sino que la resistencia política anclada en la diferencia sociocultural ha hecho posible que esa biodiversidad siga siendo. Es, sencillamente, una cuestión política, de poder. Como vienen señalando estudiosos de múltiples disciplinas, existe una estrecha relación entre la pérdida de la diversidad biológica y el deterioro de las lenguas y culturas del planeta, ya que tanto el ecocidio como etnocidio forman parte del mismo proceso caracterizado por el creciente dominio del capital sobre la vida (Boege, 2006:239).

En el pensamiento crítico y emancipatorio la cuestión del territorio es relativamente nueva, como señalan desde diferentes perspectivas Héctor Díaz Polanco (1997), Carlos Walter Porto Gonçalves (2001) y Bernardo Mançano Fernandes (2000). En efecto, el concepto de territorio introduce, por un lado, una nueva forma de mirar el conflicto social ya que “los territorios no existen a no ser por las relaciones sociales y de poder que los conforman y, de ese modo, siempre afirman a los sujetos sociales que por medio de ellos se realizan” (Porto Gonçalves, 2006: 179). Véase, de paso, que esta concepción disuelve la relación sujeto-objeto entre el ser humano y la naturaleza que ha sido hegemónica en los últimos cinco siglos. Por otro lado, el concepto de territorio forma parte de una “revolución teórica y política” (Díaz-Polanco, 1997: 16) que nace en el seno de los movimientos indios pero que va siendo adoptada crecientemente por otros movimientos sociales rurales, y ahora también urbanos, entre los que habría que incluir categorías como autonomía, autogobierno y autodeterminación.

Por lo tanto, territorio y conflicto social no son dos cuestiones separadas. El conflicto social es un conflicto territorializado, encarnado en territorios. Podemos concebir, así, que “la crisis de la organización social en la que estamos inmersos es también la crisis de las territorialidades instituidas y de los sujetos instituyentes” (Porto, 22001: 47). A través de la continua desestructuración de territorios y de su permanente reconfiguración, podemos leer el conflicto en curso en todas sus dimensiones, local y global, pero también política y cultural. Tanto para el capital transnacional, aliado con los estados y las elites locales, como para los sector populares e indígenas, puede aplicarse el aserto de que los “nuevos sujetos se insinúan instituyendo nuevas territorialidades” (idem: 208). Que no son simétricas, porque, en esas diferencias, estriba en buena medida la capacidad emancipatoria que observamos en los nuevos movimientos territorializados.



La nueva oleada neoliberal: la mayor reconfiguración territorial en cinco siglos


En las profundas recomposiciones territoriales en marcha intervienen tres actores principales: estados e instituciones, empresas multinacionales y sectores de nuestros pueblos organizados en movimientos. Atravesamos una nueva fase del modelo neoliberal de la mano de la minería a cielo abierto, los monocultivos de soja y caña de azúcar, y el complejo forestación-celulosa. En suma, grandes multinacionales de la minería y del agronegocio están reconfigurando nuestros territorios rurales y también urbanos. En el campo, expulsando campesinos básicamente de dos formas, diferentes pero complementarias: la compra o arrendamiento masivo de tierras o la guerra de baja intensidad contra el campesinado. Aunque los métodos son diferentes el resultado es similar: una acción vertical y autoritaria del capital para implantarse en áreas ocupadas por agricultores familiares.

Los estados suelen acompañar estos empeños del capital multinacional, limitándose en algunos casos a regular sus aspectos más depredadores. Como señala el canciller brasileño Celso Amorim, la política de su gobierno se inscribe en una antigua tradición nacional que supuso la unión entre la diplomacia y el agronegocio (Ministerio de Relaciones Exteriores, 2006). Amorim destaca la activa participación de la cancillería en la promoción de las exportaciones del agronegocio en el cual, según sus palabras, “la diplomacia presidencial desempeña un papel de relieve”.

En efecto, en pocos años Brasil ha registrado una poderosa expansión de las exportaciones de este sector, que está en la base de su lanzamiento como global player y como potencia regional de primer orden, en condiciones de desplazar incluso a los Estados Unidos del papel rector en el subcontinente. Los datos hablan por sí solos: el 75% de las exportaciones de origen agropecuario de Brasil se reducen a cuatro grupos (carnes y cueros, soja, madera, papel y celulosa, y azúcar y alcohol). En 2006/2007 la producción pecuaria ocupó 203 millones de hectáreas, la soja 20,6 millones, la caña de azúcar 6,9 millones y los cultivos forestales 3 millones. En los próximos años la expansión seguirá siendo vertiginosa: en 2017 la caña llegará a 28 millones de hectáreas, el eucalipto para leña, en 2010, ocupará 13,8 millones (5,3 en 2006), y la soja se crecerá en otras 20 millones de hectáreas (Martins, 2007: 23).

Esto quiere decir que sólo tres rubros ocuparán 50 millones de hectáreas más en muy pocos años (tres veces la superficie del Uruguay). En frente podemos colocar otra cifra: en casi 30 años el movimiento sin tierra consiguió recuperar del latifundio unas 25 millones de hectáreas, distribuidas en 5.000 asentamientos donde viven dos millones de campesinos, medio millón de familias. Quiere decir que apenas tres rubros del agronegocio van a engullir en sólo una década el doble de tierra, pero lo harán expulsando campesinos y degradando el medio ambiente. Mientras al MST la recuperación de esas tierras le costó 1.326 muertos y miles de detenidos y procesados (CPT, 2007), las multinacionales que están devorando esas enormes superficies lo hacen con apoyo estatal y especulando con dineros ahorrados por los jubilados del primer mundo.

Más aún: según el BID hay en curso una disputa mundial por 120 millones de hectáreas de tierras brasileñas susceptibles de ser incorporadas a la producción de materias primas para producir etanol, o para cultivos de bosques homogéneos para leña, madera, celulosa y papel (Martins, 2007: 24). Otros estudios aseguran que hasta 200 millones de hectáreas en el interior de Brasil están siendo convertidas en tierras cultivables (Brewster, 2005). ¡¡Dos veces la superficie de Colombia!! Si incluimos toda Sudamérica, estas cifras habría que multiplicarlas por dos, aproximadamente. La devastación de la Amazonia, última “frontera” por conquistar para el agronegocio, sigue creciendo pese a los esfuerzos contrarios del gobierno Lula: entre 1970 y 2006 la agricultura en esa región creció de 617 mil hectáreas a 7,4 millones; la pecuaria de 4,4 millones de 32,6 millones; entre 1990 y 2004 el rebaño bovino amazónico creció 173%; un tercio de las exportaciones brasileñas de carne proceden ya de la Amazonia; finalmente, para 2004 el estado amazónico de Pará aumentó sus exportaciones en 7.800%, Rondonia en 1.350%, Mato Grosso en 360% y Tocantins en 150%[1]. Estos datos permiten visualizar la brutal reconfiguración territorial en curso, quizá la más importante desde la Conquista. Se trata, por eso mismo, de los estados donde mayor es la violencia rural, como fue develado a raíz del asesinato de Dorothy Stang en Pará, en 2005.

La contracara de este proceso es el incumplimiento de las metas de reforma agraria. En Brasil, como en todo el continente, está en marcha un cambio profundo de carácter estructural. Como señala un reciente documento del Movimiento Sin Tierra de Brasil, “entre 1930 y 1990 la agricultura brasileña fue dominada por los intereses de la industria, desarrollando un modelo agrícola que combinaba la coexistencia entre la gran propiedad exportadora y la agricultura familiar” (MST, 2007),. Las divisas que generaban las exportaciones de café, azúcar, cacao, carne y otros productos, eran usadas por la burguesía industrial para importar máquinas para sus fábricas y financiar su desarrollo. La agricultura familiar, en tanto, liberaba mano de obra para la industria y producía alimentos baratos para las ciudades. “Aún había un espacio para la reforma agraria que llamamos clásica, en la cual la industria podría absorber y convivir con la multiplicación del campesinado, que debía integrarse al mercado interno”.

Con la implementación del modelo neoliberal, la alianza entre el capital financiero y las grandes empresas transnacionales comenzó a dominar la agricultura, con el apoyo de los estados nacionales, dando vida al agronegocio. La concentración y centralización de la tierra, el control de las cadenas productivas, del mercado interno y externo, de los precios y los insumos, provocó que cada cadena productiva quedara en manos de sólo tres o cuatro grandes empresas. En este modelo no hay espacio ni para la agricultura familiar, ni para un mercado interno, ni para la reforma agraria. El impasse que atraviesa la reforma agraria aún bajo el gobierno de Lula, se debe a esta opción por el agronegocio.

Millones de campesinos están siendo expulsados hacia las ciudades por las “leyes del mercado” o por la razón de las armas. Un millón y medio de campesinos desplazados a las ciudades en Paraguay o forzados a emigrar al exterior por los monocultivos de soja; 3.5 millones de desplazados a las ciudades en Colombia por la guerra, para beneficio de las multinacionales de la minería y el agronegocio. En 1989, cuando finalizó la dictadura de Stroessner, el 67% de la población paraguaya vivía en el campo; hoy apenas supera el 40%, pero el Banco Mundial pretende que para 2015 la población rural se ubique en el entorno del 10-12% para liberar áreas que permitan ampliar los cultivos de soja y caña dulce como sustitutos del petróleo (Zibechi, 2006).

En el sur de Chile, entre 1975 y 1994 los cultivos forestales se incrementaron un 57%, pero las regiones donde se desarrolla ese lucrativo negocio se han convertido en las más pobres del país (OLCA, 1999). En 1960 cada familia mapuche tenía un promedio de 9,2 hectáreas aunque el Estado sostenía que necesitaban 50 hectáreas para vivir dignamente. Entre 1979 y 1986 a cada familia le correspondían 5,3 hectáreas, superficie que en la actualidad se reduce a sólo 3 hectáras de tierra por familia. Y así en todo el continente. Un Complejo de Violencia y Devastación, en palabras del MST, viene reproduciéndose de diversos modos desde hace 500 años..

De la mano de los monocultivos se establecen nuevas relaciones de poder. Donde había familias y poblados campesinos que adaptaban sus cultivos y modos de vida al medio, aparece un complejo militar-empresarial que, de modo vertical y autoritario, impone nuevas relaciones de poder que sustituyen la producción tradicional por organismos modificados en laboratorios.
Estamos asistiendo a un cambio del “locus” de poder, que pasa de los campos y los campesinos y de los más variados pueblos originarios para los grandes laboratorios del complejo técnico-científico-empresarial. Más que una revolución tecnológica estamos ante un cambio en las relaciones sociales y de poder por medio de la tecnología (Porto, 2007).

Ciertamente, parece poco importante que estos desplazamientos se produzcan por vías legales o ilegales, poniendo en juego los mecanismos del mercado o a través de la militarización de los territorios en disputa. En Brasil, los conflictos más intensos se desarrollan precisamente en las áreas donde se está expandiendo el agronegocio y la pecuaria. En Paraguay, el Estado procedió a la creación de grupos paramilitares “legales” para reprimir a los movimientos campesinos que buscan frenar la expansión de los monocultivos. En 1996, cuando arreciaban las ocupaciones campesinas, la Asociación Rural creó una organización paralela, la Comisión de Defensa de la Propiedad Privada, que en realidad encubría una organización paramilitar. Bajo la presidencia de Duarte Frutos se crean los Consejos de Seguridad Ciudadana bajo mando del Ministerio del Interior, que operan prioritariamente en las áreas rurales. En estos momentos, según afirman las organizaciones campesinas, los cuerpos paralelos de seguridad, verdaderos grupos paramilitares armados por el Estado y promovidos por grandes hacendados y plantadores de soja, tendrían unos 22 mil integrantes. Las fuerzas de seguridad estatales cuentan con 9 mil miembros de la Policía y 13 mil de las fuerzas armadas. Según los datos recogidos por la Misión Internacional de la Campaña por la Desmilitarización de las Américas, unos y otros reciben entrenamiento de miembros del Comando Sur. “Los empresarios sojeros se valen de una empresa denominada Guardias Rurales S. A. para realizar las expulsiones y apoderarse de las tierras campesinas, a tal punto que se habla de ‘zonas liberadas' donde las fuerzas del Estado no intervienen” (CADA, 2006).

En el fondo, se trata de una completa reconfiguración de las formas de dominación, estableciéndose un nuevo panóptico rural y urbano. En el campo, gigantescas áreas homogeneizadas vigiladas por guardias empresariales. En las ciudades, en cuyas periferias se hacinan los desplazados de esta guerra por los territorios, los estados atienden a los nuevos pobres -sin tierra, sin techo y sin derechos- mediante planes sociales focalizados diseñados por el Banco Mundial. A menudo, como sucede en el Cono Sur, estas medidas son implementadas por gobiernos que se reclaman progresistas y de izquierda.

En realidad, estos emprendimientos son mucho más de lo que aparentan. La soja, como señala Javiera Rulli, no es un cultivo sino “un sistema que condiciona cualquier política”; se trata de un modelo que implica “una guerra contra la población, el vaciamiento del campo, la eliminación de la memoria del pueblo para hacinarlo en las ciudades y convertirlo en fiel consumidor de lo que el mercado les depare” (Rulli, 2007:7).


Los tentáculos de la globalización


Existe otro corte posible para abarcar el conjunto de proyectos del arriba que afectan a nuestros territorios. Se trata de los emprendimientos que complementan la vasta reconfiguración territorial en curso, destinados a conectar los territorios del capital multinacional con los grandes mercados globales. A grandes rasgos, tenemos por un lado los proyectos de la superpotencia declinante para mantener y revitalizar su hegemonía utilizando el continente como plataforma, tanto respecto al comercio como a los recursos. El ALCA y los TLCs buscan recuperar la competitividad estadounidense siguiendo los pasos del TLCAN.

Son planes estratégicos de carácter económico, que tienen un segundo momento en las formas de control directo sobre las poblaciones y puntos geográficos determinantes. El principal proyecto de este tipo es el Plan Colombia que hoy abarca hasta el sur del Perú y toma como eje la región andina, allí donde el modelo de la minería a cielo abierto y el control de la biodiversidad pueden darle a la superpotencia un plus en su lucha por la hegemonía global. Este tipo de control “sobre el terreno” implica diversas formas de despliegue militar y la construcción de bases, permanentes o no, que van formando collares o anillos en los que se entrelazan las fuerzas armadas con la presencia de empresas multinacionales.

Un cambio sustancial viene de la mano de los megaproyectos de infraestructura como la (Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), iniciativa de la burguesía paulista que abarca todo el subcontinente y promueve una ambiciosa reorganización del espacio y el territorio sudamericanos. Se trata de “las nuevas venas abiertas” de nuestro continente que “responden a nuevas necesidades y a una diferente selección de las materias primas y los llamados recursos estratégicos” (Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, 2007: 10). El territorio se pone al servicio de la construcción de una serie de corredores destinados a promover y controlar los flujos de mercancías, de producción en movimiento (barcos-fábrica), e información.

Hacer fluir el corazón de las selvas o las profundidades de las minas hacia los centros industriales y, a la inversa, llevar el espíritu industrial y competitivo hasta el centro de las selvas y minas. Agilizar los desplazamientos diversificando sus medios: ferrocarriles, autopistas, ríos, canales y cables de fibra óptica. Transformar el territorio. Adecuarlo a las nuevas mercancías, a las nuevas tecnologías y los nuevos negocios. Cuadricularlo, ordenarlo, hacerlo funcional y productivo (Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, 2007: 10-12)

Si se llevara a cabo completamente, conseguiría conectar las zonas donde se encuentran los recursos naturales (gas, agua, petróleo, biodiversidad) con las grandes ciudades y, a ambos, con los principales mercados del mundo. Se trata de reorganizar el espacio geográfico en base a oleoductos, gasoductos, hidrovías, puertos marítimos y fluviales, tendidos eléctricos y de fibra óptica, entre los más destacados. Esas obras se materializarán en doce ejes de “integración y desarrollo”, corredores que concentrarán las inversiones para incrementar el comercio y crear cadenas productivas conectadas con los mercados mundiales.

Para poder llevar adelante este megaproyecto es necesario remover las “barreras” físicas, normativas y sociales, lo que supone realizar grandes obras, armonizar las legislaciones nacionales de los doce países implicados en la IIRSA y ocupar los espacios físicos claves que suelen tener baja densidad de población pero guardan las principales reservas de materias primas y biodiversidad.

La forma de ver el mundo que alienta estos proyectos consiste en considerar que el principal problema para posibilitar la integración física, y por Loa tanto para mejorar el flujo de mercaderías, son las “formidables barreras naturales tales como la Cordillera de los Andes, la selva Amazónica y la cuenca del Orinoco”, como reza un documento del BID (Soldatelli, 2003). Esa lógica de la naturaleza como “barrera” o como “recurso”, está presente en todos los aspectos del plan. Pueblos enteros entran la categoría de obstáculos. Sólo el gasoducto Urucu-Porto Velho afectará a 13 pueblos indígenas y a cinco municipios donde el 90% de la población son indios.

Se considera al continente sudamericano como la suma de cinco “islas” que deben ser unidas: la plataforma del Caribe, la cornisa andina, la plataforma atlántica, el enclave amazónico central y el enclave amazónico sur. Los ejes de integración y desarrollo atraviesan esas “islas” y rompen su unidad, para corregir. Lo que el lenguaje tecnocrático denomina como “barreras” naturales.

Como señala Andrés Barreda, “de los 90 para acá, el tráfico portuario del Pacífico supera al del Atlántico; y en el año 2000, en Estados Unidos el tráfico portuario del Pacífico ya doblaba al del Atlántico. Por tanto, hay un problema en el momento en que la economía mundo se reinventa del Atlántico al Pacífico” (Barreda, 2005). Eso ha hecho que el canal de Panamá pierda su importancia y en su lugar aparecen estos corredores para conectar ambos océanos. En Sudamérica el “cuello estratégico”, según Barreda, es Bolivia, por donde pasan cinco de los doce corredores.

Por otro lado, la región sudamericana es una de las pocas del planeta que combina los cuatro recursos naturales estratégicos: hidrocarburos, minerales, biodiversidad y agua. Se trata de una profunda modificación de la geografía, en la que el proyecto más ambicioso tal vez sea unir los ríos Orinoco, Amazonas y Paraná. Se trata de una integración “hacia afuera”, exógena, en vez de propiciar una integración “hacia adentro”.

Los tentáculos de la globalización terminarán de convertir la naturaleza y los pueblos del continente en meros objetos, recursos para la acumulación de capital. Esta profunda reconfiguración territorial, esta verdadera guerra contra las pueblos y la naturaleza, tiene un claro componente militar del que seguramente Colombia es una de las avanzadas.



Los desafíos de los movimientos: afianzar la autonomía


Ante este panorama, los sectores populares e indígenas vienen poniendo en marcha sus propios movimientos con un claro anclaje territorial. Esto es, en todo el continente los pueblos organizados en movimientos vienen creando sus propios territorios. Primero fueron territorios rurales; luego también urbanos. Ahora presenciamos territorios rururbanos, donde se registra una máxima intensidad de los flujos entre ciudad y campo. Incluso la propia configuración de la ciudad tiene una clara impronta rural. O, mejor dicho, la aclimatación de las lógicas rurales en la ciudad inventa formas de crear y distribuir los espacios, y modos de habitarlos, que rompen las tradiciones urbanas heredadas de la Colonia para abrirse a la experimentación de los sectores populares e indígenas. La ciudad de El Alto representa del modo más cabal este conjunto de creaciones y construcciones que desestructuran las viejas dicotomías rural-urbano establecidas por las ciencias sociales.

Desde el punto cuantitativo, estamos ante la toma-ocupación-recuperación de millones de hectáreas por los habitantes del más abajo, de modo legal o ilegal, pero siempre a través de la acción directa colectiva-familiar-comunitaria. Tenemos así miles de “islas autogestionadas”, asentamientos de campesinos sin tierra en Brasil, Paraguay y Bolivia; pequeños agricultores que resisten en sus territorios de agricultura familiar, creando federaciones y cooperativas para vender sus productos; miles de comunidades indias a todo lo largo y ancho del continente recuperan tierras y afirman su autonomía. En algunos casos, crean verdaderos territorios autónomos, explícitos o implícitos, bajo las más diversas formas.

En Chiapas, sobre la base de los municipios autónomos se van conformando “territorios rebeldes” que son verdaderas regiones autogobernadas por las Juntas de Buen Gobierno (Ornelas, 2004). En el altiplano boliviano funcionan autonomías de hecho, no declaradas, pero efectivas a la hora de imponer sus autoridades como lo revela el Manifiesto de Achacachi (2001), que define “una clara línea de emancipación indígena mediante la recuperación del poder y el territorio” (García Linera, 2004: 124-125). Ambos ejemplos, más allá de sus notorias diferencias, tienen en común la existencia de “poderes otros”: las autonomías municipales, construidas desde las comunidades, como núcleo de las regiones autónomas en Chiapas; las autonomías comunitarias que en ocasiones se conforman como poderes territoriales, como fue el caso de los “cuarteles indígenas” en el altiplano de Bolivia.

La recuperación de la tierra, de su control o propiedad legal, es un paso ineludible para dar vida a lo nuevo. En Chiapas, la experiencia de más de dos décadas destaca la importancia de esa recuperación:

Los avances en gobierno, salud, educación, vivienda, alimentación, participación de las mujeres, comercialización, cultural, comunicación e información tiene como punto de arranque la recuperación de los medios de producción, en este caso, la tierra, los animales y las máquinas que estaban en mano de los grandes propietarios (Subcomandante Insurgente Marcos, 2007).

No es que los cambios consistan en la recuperación de los medios de producción, sino que esa recuperación abre la posibilidad de que los cambios se produzcan, en una relación de probabilidad no determinista. Esto es, precisamente, lo que vienen haciendo millones de pobres latinoamericanos desde hace algunas décadas, desde el sur del continente (mapuches, fábricas recuperadas como Zanón) hasta las comunidades indias mexicanas. Pero es también lo que viene sucediendo desde los años 50 en las periferias urbanas (Zibechi, 2007).

Las nuevas territorialidades urbanas tienen estrecha relación con lo que sucede en las áreas rurales. Unas y otras son parte del mismo proceso, no sólo su contracara. Los campesinos e indígenas que van a vivir a las ciudades, que crean nuevos barrios y nuevas territorios, no sólo no rompen con sus territorios rurales sino que mantienen estrecha relación, material y simbólica, con ellos. El levantamiento de El Alto en setiembre y octubre de 2003, no hubiera podido mantenerse y triunfar sin el apoyo material de cientos de comunidades. Desde las áreas rurales llegaron a la ciudad aymara alimentos, jóvenes comuneros para participar en los combates, y desde las comunidades partieron grandes marchas para apoyar las barricadas urbanas. A la vez, El Alto permitió que la resistencia de las comunidades cobrara visibilidad, hasta convertirse en una avanzada comunera. Algo similar sucedió durante la comuna de Oaxaca en 2006.

No quiero dar a entender que la ciudad sea la vanguardia y la comunidad rural la retaguardia, o viceversa. De ningún modo. Se trata de una relación de complementariedad no jerárquica que tiende a disolver, a través de la acción colectiva, la dicotomía sociológica urbano-rural. Una vez más, la acción social desordena las categorías teóricas y nos fuerza a pensar de otro modo, huyendo quizá de simplificaciones para encontrar nuevas categorías. En los hechos, existen unos cuantos aspectos en común entre lo que sucede en los territorios rurales y los urbanos reconfigurados por los pueblos organizados en movimientos. Quisiera mencionar tres de ellos.

1) En una parte considerable de estos territorios, sobre todo en aquellos donde los movimientos trabajan más en profundidad, existen, en germen, sociedades otras: de valores de uso, comunitarias, autocentradas, femeninas en el sentido profundo del término, que están siendo capaces de producir y re-producir la vida de las personas que participan en ellos. Existe una débil desvinculación espacial y social entre la producción y el consumo. O sea, son territorios en los que no impera una lógica económica del desarrollo que, como ha señalado Porto Gonçalves, es siempre una lógica de guerra.

2) Se trata de territorios complejos donde hay espacios y tiempos para la diversidad, cuya urdimbre está formada por la expansión de una lógica familiar-comunitaria centrada en el papel de la mujer-madre en torno a la que se modela un mundo de relaciones otras: afectivas, de cuidados mutuos, de contención, inclusivas. Se trata de la irrupción de otra racionalidad, de otra cultura, de una episteme relacional como apunta Alejandro Moreno (2006).

3) En estos territorios pueden nacer, aunque esto no es ciertamente lo más común sino apenas una tendencia, poderes otros, no jerárquicos o, como he señalado en otros trabajos, “poderes no estatales”. Esos poderes y esos territorios son espacios de paz y no de competencia, son potencialmente anticapitalistas, ya que como señalan los zapatistas hoy “no se puede entender ni explicar el sistema capitalista sin el concepto de guerra. Su supervivencia y su crecimiento dependen primordialmente de la guerra”. Por eso, aunque suene ingenuo, “la paz es anticapitalista” (Subcomadante Insurgente Marcos, 2007). .

A grandes rasgos vemos un panorama signado por una intensa disputa territorial: por un lado, aparecen territorios homogéneos, sedes de poderes verticales y autoritarios del gran capital, espacios de uniformización de la naturaleza y, por lo tanto, de su desaparición como tal naturaleza para ser sustituida por una suerte de distribución panóptica de plantas artificiales modificadas en laboratorios o de complejos de minería química. Por otro lado, están los territorios complejos y diversos de pueblos que sólo pueden existir conviviendo con el entorno, sede de relaciones sociales heterogéneas que, en ocasiones, se convierten en “territorialidades emancipatorias” (Porto Gonçalves, 205). Si los territorios del primero forma parte de un Complejo de Violencia y Devastación, los segundos se conjugan en plural y tienden a relacionarse entre sí de modo horizontal o, por lo menos, no jerárquico.

He comenzado diciendo que en América Latina existen formas de vida heterogéneas y que ellas se han mantenido y expandido gracias a la resistencia de los movimientos sociales o, si se me permite, de sociedades otras en movimiento. Hemos visto que esas formas de vida están siendo amenazadas por una reconfiguración masiva y a gran escala de los territorios rurales y de las relaciones de poder. Como sabemos, sin formas de vida heterogéneas el cambio social es mucho más difícil, si no imposible. Podemos asegurar, entonces, que la desaparición de las formas de vida heterogéneas por la reestructuración territorial en curso, amenaza la autonomía y la existencia misma de los movimientos sociales, o sea de los hacedores del cambio social.





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*Ponencia en la Universidad Javeriana, Bogotá, abrail de 2008
[1] Assesoria de Imprensa do MST, “Dados da agricultura e pecuária na Amazonia”, 11 de febrero de 2007 en www.mst.org.br

Sobre la crisis estructural del sistema mundo - RAYMUNDO SÁNCHEZ BARRAZA

El martes 3 de octubre asistí a una plática en el CIDESI acerca de la actual crisis estructural del sistema mundo.El doctor Raymundo Sánchez coordinador del CIDESI, Unitierra Chiapas propone, en primera instancia el planteamiento de tres claves metateóricas (estatuto de análisis trascendental que posibilita la afirmación o negación de quien argumenta y el saber qué hay detrás de estas prácticas) y tres hipótesis de trabajo para la exposición del análisis estructural de la crisis del sistema mundo.
Las categorías:

1)Preguntar cuál es el horizonte de espera, como expectación y como esperanza2) Cuál es tu experiencia con relación al pasado: inmediato, mediato, reciente, lejano. No en términos biográficos sino a nivel macro, histórico3) Esta categoría se forma de la tensión entre las dos primeras: de la tensión entre la espera y la memoria se ubica el presente vivo, actual.
Las hipótesis:
1) la crisis nacional sociohistórica no es coyuntural sino estructural pues sus consecuencias prácticas y políticas son liminales, es decir, ya son insostenibles e irreparables.
2) Esta crisis Terminal es de un régimen hecho de arreglos institucionales y de reglas de poder político y su repartición entre las élites que lo conforman. Se trata de un régimen iniciado por la lucha de revolución a principios del siglo XX y cuyo desarrollo en presidencialismo imperial ya está agotado.
3) A esta crisis contribuye la aparición en el escenario político del EZLN en 1994. No como una causa pero sí como un vector de aceleración de esta crisis estructural, despues el doctor Raymundo nos introduce a su argumentación buscando recrear un cuadro sinóptico con los indicadores del desarrollo de esta crisis. Intentaré en lo que sigue, recrear algo de esto.Desarrollamos los indicadores localizando y analizando las instituciones a las que el EZ desde 1994 ha confrontado, desencadenando una serie de situaciones político sociales que han llevado a una bien situada crisis estructural de los sistemas locales y nacionales.
1º. El poder ejecutivo federal que en el año 2000, después de 70 años (y en el sexenio siguiente al del ’94) tuvo un fuerte cambio con la subida de Vicente Fox por el PAN a la presidencia. El nuevo gobierno, dejó de representar el imperialismo anterior del PRI y si, como se dice, en su sexenio ya no se pudo ejercer el presidencialismo como antes, surge la cuestión del para qué un estado presidencial. Esta alternancia política empujó a la crisis y para pensar en una continuidad de esta alternancia, hay que preguntarnos ahora, cómo responderá el PRD a las resistencias civiles (p. Ej. APPO o EZ).
2º. Este poder ejecutivo se apoya principalmente para ejercer su autoridad, en el ejército federal que tras el estallido del 94 buscó nuevos modos de control creando instituciones como la PFP, la de siempre PGR y más en la actualidad la AFI. El ejército federal se decía surgir de una revolución popular, la misma de la que surgió el PRI, así que se vio con la imposibilidad (¿ética?, ¿moral?) de acabar con los indios en el 94 y ahora, desde el año 2000, se encontró con la situación de deber servir al bando contrario: el PAN (¿qué tan contrario nos suena ahora si ha seguido el sistema adoptado desde Miguel de la Madrid, acendrado con Salinas de Gortari y con Zedillo?).
3º. El poder legislativo, tras la creación del IFE en 1997, perdió parte de su poder total.
4º. El poder judicial representado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tuvo que desprender desde sí, un Tribunal Federal Electoral, novedad también surgida después del 94.
5º. Entonces también surge la institución del Instituto Federal Electoral, el IFE ciudadano.
6º. Una de las instituciones desafiadas y que se modificó fuertemente, fueron los medios privados de comunicación que anteriormente dependían del estado pero que ahora son independientes porque son los promotores principales de las campañas políticas, así que en ellos está la posibilidad de levantar o de destruir de acuerdo a sus intereses privados empresariales sobre nuestro país.
7º. Después del 94, se dio la toma del gobierno del DF por parte del PRD, toma sin la cual no tendrían la fuerza política que tienen ahora pues el centralismo en que se ha manejado la política aquí hace parecer (y es muy posible que así sea) que la mitad del país se localiza en el DF.
8º. El narcotráfico, que incluye el tráfico de indocumentados e incluso a los maras salvatruchas, son ahora un desafío para el estado mexicano en constante batalla contra la violencia y el crimen organizado que se ha convertido en otro frente de guerra.
9º. El día 20 de agosto del 2006, se realizan las elecciones en Chiapas para gobernador (recordemos que después del 94 surgió el Tribunal Electoral del Estado). Ya antes, en el 2000, en una coalición de partidos contra el PRI, ganó las elecciones Pablo Salazar, siendo apoyado incluso por organizaciones campesinas y varias más. En este año ganó el partido de la coalición, ¡con un candidato que hasta hace poco iba por la presidencia de Tuxtla Gutiérrez representando al PRI! El IFE declara pues ganador a Juan Sabines y tenemos a un PRI que decide impugnar los comicios.
10º. Por otro lado, el 2 de julio del 2006, se realizan las elecciones federales en que todos parecen unirse contra el PRD que, al no ganar, decide (igualmente que el PRI en Chiapas) impugnar los comicios contra el PAN. Esto lleva a un movimiento de resistencia civil conformado por instituciones y organización ciudadana. Dentro de su programa Andrés Manuel López Obrador (mejor conocido como AMLO) y el Frente Amplio Progresista, habían cuatro objetivos iniciales: uno era impedir que a Felipe Calderón le entregaran la constancia presidencial electoral, éste es el único de los cuatro objetivos que falló. El segundo fue impedir el informe presidencial de Fox el 1º de septiembre tomando la tribuna. El tercero fue el 15 de septiembre boicoteando el grito presidencial tradicional, para lo que aparentemente se dio un arreglo entre Encinas y el ejército. Y el cuarto fue el 16 de septiembre con la Convención nacional Democrática de donde surgió el nuevo programa o plan con cinco puntos de lucha: contra la pobreza, contra la corrupción, contra la privatización, por el transporte y la transformación de las instituciones. En ese momento quedó elegido como presidente legítimo AMLO quien tomará protesta el 20 de noviembre, mientras que Calderón lo hará también el día 1º de diciembre (ambas fechas son la nueva expectativa).
11º. Nos topamos con un PRI que es el gran perdedor pero que no cayó gracias a su dura alianza con el PAN al que le cedió el saber hacer decisiones duras de control político.
12º. Tenemos la aparición con más fuerza en 1996 del EPR y del ERPI, grupos armados cuyos desafíos son distintos de los del EZ.
13º. El caso de Oaxaca, donde el desequilibrio del poder llevó a ir creando a tientas nuevos modos de gobierno. El gobierno de Ulises Ruiz trató de reprimir el movimiento magisterial pero a más de no funcionar, por el contrario, llevó a la formación del movimiento llamado Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, donde los maestros se unieron a los pueblos indios, lo cual proclama un fuerte desafío al gobierno.
14º. En Tabasco seguimos en expectativa de lo que ocurrirá por los recientes comicios electorales del 15 de octubre.
15º. En Puebla encontramos el caso Mario Marín contra Lidya Cacho, donde ya se empieza a investigar (gracias a la presión civil) las relaciones del gober precioso con pederastas* Nos encontramos entonces en la mira con un corredor de alta tensión entre Tabasco, Puebla, el DF, Chiapas y Oaxaca (agreguémosle el caso de Atenco), y queda claro que ningún operativo controlará este efecto bumerang.
16º. Llegamos al momento del EZLN y el estallido de 1994. En su camino de construcción llegan al 2001 iniciando las Juntas del Buen Gobierno y los Caracoles en los municipios autónomos. Ya teniendo en consideración la crisis política que se avecinaba, en julio del 2005 sacan la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, un programa cuya característica es que viene de abajo y de la izquierda (donde está el corazón) y con una postura fundamentalmente anticapitalista. De ahí inicia la Otra Campaña con el propósito de proclamar una lucha para una nueva constitución. Se da un espacio de confusión entre la situación de Atenco, las elecciones federales y la división entre el PRD y el EZ, pero queda claro que sólo si AMLO se da vuelta hacia la rebelión contra el sistema, se le unirán las organizaciones.
17º. El contexto internacional. Nos encontramos en medio de una disputa por la hegemonía global entre un Estados Unidos en decadencia, la Unión Europea y Rusia y Japón, China y Corea del Sur. Hay tres fracturas del sistema geopolítico en esta disputa. Los puntos de ruptura son: primero, el error de EU contra Afganistán, Irak y Líbano, el bloque de potencia nuclear; además el llamado Eje del Mal, es decir, Venezuela, Cuba y Bolivia, ya se han unido con Irán y, de todo esto, en México se inicia una movilización del ejército nacional en la frontera, cosa que no es gratuita sino que tiene que ver con el terror estadounidense a las represalias por sus errores. Segundo: el movimiento migratorio de sur a norte en América y África es incontenible, ni con el maltrato que se da en las fronteras se ha frenado, por el contrario, ha aumentado como una respuesta espontánea ante el sistema mundo dominante. Y tercero: se hace un Foro Económico Internacional llamado DAVOS desde las élites dominantes en el que se proponen copiar nuestro lenguaje pues ante la situación tienen dos posibilidades: utilizar la fuerza para controlar, o una más sutil: cooptar los discursos y las prácticas (cuestión que se va dando desde instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y que se conoce con una nueva forma del sistema capitalismo: más allá del neoliberalismo, esto se conoce como post liberalismo). Pero a la vez del surgimiento de este foro, junto con el EZ surgen los movimientos altermundistas (que Zedillo tuvo a bien llamar globalifóbicos) y crean su propio Foro Social Mundial de Portoalegre, donde la frase principal es “Otro mundo es posible” y que se propone un camino despacito con esta esperanza…Finalmente, el doctor Raymundo plantea el panorama y las expectativas de un futuro próximo en cinco puntos:
1. la crisis política (inevitable) del estado-nación mexicano.

2. qué pasara con la APPO: cuál será el posicionamiento de las y los actores ante una posible represión violenta.

3. cuál será el posicionamiento del EPR.

4. cómo se resolverá la antinomia AMLO-Organización civil (¿qué pasará el 20 de noviembre y el 1º de diciembre?).

5. observar las siguientes propuestas e iniciativas del EZLN.

Dr. Raymundo Sanchez Barraza
Coordinador General de CIDECI, Unitierra-Chiapas
21 de agosto del 2006

Siete pensamientos en mayo de 2003 - SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS

Introducción
Conforme se van deteriorando los calendarios del Poder y las grandes corporaciones de los medios de comunicación titubean entre los ridículos y las tragedias que protagoniza y promueve la clase política mundial, abajo, en el gran y extendido basamento de la tambaleante Torre de Babel moderna, los movimientos no cesan y, aunque aún balbuceantes, empiezan a recuperar la palabra y su capacidad de espejo y cristal. Mientras arriba se decreta la política del desencuentro, en el sótano del mundo los otros se encuentran a sí mismos y al otro que, siendo diferente, es otro abajo.Como parte de esta reconstrucción de la palabra espejo y cristal, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional retomó diálogos con movimientos y organizaciones sociales y políticas en el mundo. Inicialmente, con hermanos y hermanas de México, Italia, Francia, Alemania, Suiza, el Estado Español, Argentina y la Unión Americana, se trata de ir construyendo una Agenda común de discusión.No se pretende establecer acuerdos políticos y programáticos, ni de intentar una nueva versión de la Internacional. Tampoco se trata de unificar conceptos teóricos o uniformar concepciones, sino de encontrar y/o construir puntos comunes de discusión. Algo así como construir imágenes teóricas y prácticas que son vistas y vividas desde lugares distintos.Como parte de este esfuerzo de encuentro, el EZLN presenta ahora estos 7 pensamientos. El "anclarlos" en un horizonte espacial y temporal significa, por parte nuestra, un reconocimiento de nuestras limitaciones teóricas, prácticas y, sobre todo, de visión universal. Este es nuestro primer aporte a la construcción de una Agenda mundial de discusión.Agradecemos a la revista mexicana Rebeldía el que nos haya abierto sus páginas para estos pensamientos. Igualmente agradecemos a las publicaciones que en Italia, Francia, el Estado Español, la Unión Americana y América Latina hacen lo mismo.I. Teoría El lugar de la teoría (y del análisis teórico) en los movimientos políticos y sociales suele obviarse. Sin embargo, todo lo evidente suele esconder un problema, en este caso: el de los efectos de una teoría en una práctica y el "rebote" teórico de ésta última. Y no sólo, el problema de la teoría es también el problema de quién produce esa teoría.No empato la noción de "teórico" o "analista teórico" con la de "intelectual". Esta última es más amplia. El teórico es un intelectual, pero el intelectual no siempre es un teórico.El intelectual (y, por ende, el teórico) siente que tiene el derecho de opinar sobre los movimientos. No es su derecho, es su deber. Algunos intelectuales van más allá y se convierten en los nuevos "comisarios políticos" del pensamiento y de la acción, reparten títulos de "bueno" y "malo". Su "juicio" tiene que ver con el lugar en el que están y con el lugar en el que aspiran a estar. Nosotros pensamos que un movimiento no debe "devolver" los juicios que recibe, y catalogar a los intelectuales como "buenos" o "malos", según cómo califican al movimiento. El anti-intelectualismo no es más que una apología propia incomprendida, y, como tal, define a un movimiento como "púber".Nosotros creemos que la palabra deja huella, las huellas marcan rumbos, los rumbos implican definiciones y compromisos. Quienes comprometen su palabra a favor o en contra de un movimiento, no sólo tienen el deber de hablarla, también el de "agudizarla" pensando en sus objetivos. "¿Para qué?" y "¿Contra qué?" son preguntas que deben acompañar a la palabra. No para acallarla o bajar su volumen, sino para completarla y hacerla efectiva, es decir, para que se escuche lo que habla por quien debe escucharla.Producir teoría desde un movimiento social o político no es lo mismo que hacerlo desde la academia. Y no digo "academia" en sentido de asepsia u "objetividad" científica (inexistentes); sino sólo para señalar el lugar de un espacio de reflexión y producción intelectual "fuera" de un movimiento. Y "fuera" no quiere decir que no haya "simpatías" o "antipatías", sino que esa producción intelectual no se da desde el movimiento sino sobre él. Así, el analista académico valora y juzga bondades y maldades, aciertos y errores de movimientos pasados y presentes, y, además, arriesga profecías sobre rutas y destinos.A veces ocurre que algunos de los analistas de academia aspiran a dirigir un movimiento, es decir, a que el movimiento siga sus directrices. Ahí, el reproche fundamental del académico, es que el movimiento no lo "obedezca", así que todos los "errores" del movimiento se deben, básicamente, a que no ven con claridad lo que para el académico es evidente. Desmemoria y deshonestidad suelen campear (no siempre, es cierto) en estos analistas de escritorio. Un día dicen una cosa y predicen algo, al otro día ocurre lo contrario, pero el analista ha perdido la memoria y vuelve a teorizar haciendo caso omiso de lo que dijo antes. No sólo, además es deshonesto porque no se toma la molestia de respetar a sus lectores o escuchas. Nunca dirá "ayer dije esto y no ocurrió u ocurrió lo contrario, me equivoqué". Enganchado en el "hoy" de los medios, el teórico de escritorio aprovecha para "olvidar". En la teoría, este académico produce el equivalente a la comida chatarra del intelecto, es decir, no alimenta, sólo entretiene.Otras veces, algún movimiento suple su espontaneismo con el padrinazgo teórico de la academia. La solución suele ser más perjudicial que la carencia. Si la academia se equivoca, "olvida"; si el movimiento se equivoca, fracasa. En ocasiones, la dirección de un movimiento busca una "coartada teórica", es decir, algo que avale y dé coherencia a su práctica, y acude a la academia para surtirse de ella. En estos casos la teoría no es más que una apología acrítica y con algo de retórica.Nosotros creemos que un movimiento debe producir su propia reflexión teórica (ojo: no su apología). En ella puede incorporar lo que es imposible en un teórico de escritorio, a saber, la práctica transformadora de ese movimiento. Nosotros preferimos escuchar y discutir con quienes analizan y reflexionan teóricamente en y con movimientos u organizaciones, y no fuera de ellos o, lo que es peor, a costa de esos movimientos. Sin embargo, nos esforzamos por escuchar todas las voces, prestando atención no en quién las habla sino desde dónde se habla.En nuestras reflexiones teóricas hablamos de lo que nosotros vemos como tendencias, no hechos consumados ni inevitables. Tendencias que no sólo no se han convertido en homogéneas y hegemónicas (aún), sino que pueden (y deben) ser revertidas.Nuestra reflexión teórica como zapatistas no suele ser sobre nosotros mismos, sino sobre la realidad en la que nos movemos. Y es, además, de carácter aproximado y limitado en el tiempo, en el espacio, en los conceptos y en la estructura de esos conceptos. Por eso rechazamos las pretensiones de universalidad y eternidad en lo que decimos y hacemos.Las respuestas a las preguntas sobre el zapatismo no están en nuestras reflexiones y análisis teóricos, sino en nuestra práctica. Y, en nuestro caso, la práctica tiene una fuerte carga moral, ética. Es decir, intentamos (no siempre con fortuna, es cierto) una acción no sólo de acuerdo a un análisis teórico, sino también, y sobre todo, de acuerdo a lo que consideramos es nuestro deber. Tratamos de ser consecuentes, siempre. Tal vez por eso no somos pragmáticos (otra forma de decir "una práctica sin teoría y sin principios").Las vanguardias sienten el deber de dirigir algo o a alguien (y en este sentido guardan muchas similitudes con los teóricos de academia). Las vanguardias se proponen conducir y trabajan para ello. Algunas hasta están dispuestas a pagar los costos de los errores y desviaciones de su quehacer político. La academia no.Nosotros sentimos que nuestro deber es iniciar, seguir, acompañar, encontrar y abrir espacios para algo y para alguien, nosotros incluidos.Un recorrido, así sea meramente enunciativo, de las distintas resistencias en una nación o en el planeta no es sólo un inventario, ahí se adivinan, más que presentes, futuros.Quienes son parte de ese recorrido y de quien hace el inventario, pueden descubrir cosas que quienes suman y restan en los escritorios de las ciencias sociales no alcanzan a ver, a saber, que importan, sí, el caminante y su paso, pero sobre todo importa el camino, el rumbo, la tendencia. Al señalar y analizar, al discutir y polemizar, no sólo lo hacemos para saber qué ocurre y entenderlo, sino también, y sobre todo, para tratar de transformarlo.La reflexión teórica sobre la teoría se llama "Metateoría". La Metateoría de los zapatistas es nuestra práctica.II. El Estado Nacional y la polis En el agónico calendario de los Estados Nacionales, la clase política era quien tenía el Poder de decisión. Un Poder que sí tomaba en cuenta al poder económico, al ideológico, al social, pero mantenía una autonomía relativa respecto a ellos. Esa autonomía relativa le daba la capacidad de "ver más allá" y conducir a las sociedades nacionales hacia ese futuro. En ese futuro, el poder económico no sólo seguía siendo poder, sino que era más poderoso.En el arte de la política, el artista de la polis, el gobernante, era entonces un especializado conductor, conocedor de las ciencias y las artes humanas, incluida la militar. La sabiduría de gobernar consistía en el manejo adecuado de los distintos recursos de conducción del Estado. La mayor o menor recurrencia a uno o a varios de esos recursos, definía el estilo de gobierno. Balance de administración, política y represión, una democracia avanzada. Mucha política, poca administración y represión encubierta, una régimen populista. Mucha represión y nada de política y administración, una dictadura militar.En ese entonces, en la división internacional del trabajo, a los países con capitalismo desarrollado le correspondían hombres (o mujeres) de Estado como gobernantes; a los países con capitalismo deforme, les tocaban gobiernos de gorilas. Las dictaduras militares representaban el verdadero rostro de la modernidad: un rostro animal, sediento de sangre. Las democracias no sólo eran una máscara que escondía esa esencia brutal, también preparaban a las Naciones para una nueva etapa donde el dinero encontrara mejores condiciones de crecimiento.La globalización, es decir, la mundialización del mundo, no sólo está marcada por la revolución tecnológica digital. La siempre presente voluntad internacionalista del Dinero encontró medios y condiciones para destruir las trabas que le impedían cumplir con su vocación: conquistar con su lógica todo el planeta. Unas de esas trabas, las fronteras y los Estados Nacionales, sufrieron y sufren una guerra mundial (la IV). Los Estados Nacionales se enfrentan a esta guerra careciendo de recursos económicos, políticos, militares, ideológicos y, como lo demuestran las guerras recientes y los tratados de libre comercio, de defensas jurídicas.La historia no terminó con la caída del Muro de Berlín y el derrumbe del campo socialista. El Nuevo Orden Mundial sigue siendo un objetivo en el orden de batalla del dinero, pero en el campo yace ya, agonizando y esperando la llegada de auxilio, el Estado Nacional.Llamamos "sociedad del Poder" al colectivo de dirección que ha desplazado a la clase política de la toma de decisiones fundamentales. Se trata de un grupo que no sólo detenta el poder económico y no sólo en una nación. Más que aglutinada orgánicamente (según el modelo de "sociedad anónima), la "sociedad del Poder" se conforma por compartir objetivos y métodos comunes. Aún en proceso de formación y consolidación, la "sociedad del Poder" trata de llenar el vacío dejado por los Estados Nacionales y sus clases políticas. La "sociedad del Poder" controla organismos financieros (y, por ende, países enteros), medios de comunicación, corporaciones industriales y comerciales, centros educativos, ejércitos y policías públicos y privados. La "sociedad del Poder" desea un Estado Mundial con un gobierno Supranacional, pero no trabaja en su construcción.La globalización ha significado una experiencia traumática para la humanidad, sí, pero sobre todo para la sociedad del Poder. Agobiada por el esfuerzo de pasar, sin mediación alguna, de los barrios o comunidades a la Hiper-Polis, de lo local a lo global, y mientras se construye el gobierno Supranacional, la sociedad del Poder se refugia de nuevo en un Estado Nacional que desfallece. El Estado Nacional de la sociedad del Poder sólo aparenta un vigor que mucho tiene de esquizofrenia. Un holograma, eso es el Estado Nación en las metrópolis.Mantenido por décadas como el referente de estabilidad, el Estado Nacional tiende a dejar de existir, pero su holograma permanece alimentado por los dogmas que luchan por llenar el vacío no sólo producido por la globalización, también remarcado por ella. La mundialización del mundo en tiempo y espacio es, para el Poder, algo que no acaba de ser digerido. Los "otros" ya no están en "otra" parte, sino en todas partes y a todas horas. Y para el Poder el "otro" es una amenaza. ¿Cómo enfrentar esa amenaza? Levantando el holograma de la Nación y denunciando al "otro" como agresor. ¿No fue uno de los argumentos del señor Bush para las guerras en Afganistán e Irak que ambos amenazaban a la "nación" norteamericana? Pero, fuera de la "realidad" creada por CNN, las banderas que ondean en Kabul y Bagdad no son las de las barras y las estrellas, sino las de las grandes corporaciones multinacionales.En el holograma del Estado Nación, la falacia por excelencia de la modernidad, c´est a dire, "la libertad individual" se haya prisionera en una cárcel que no por global es menos opresiva. El individuo se desdibuja de tal forma que ni la imagen de los "héroes" de antaño puede ofrecerle la mínima esperanza de sobresalir. El "self made man" no existe más, y, puesto que es impensable hablar de "self made coporation", la expectativa social se halla a la deriva. ¿Cuál es la esperanza? ¿Volver a la disputa por la calle, el barrio? Tampoco, la fragmentación ha sido tan despiadada y descontrolada que ni siquiera esas unidades mínimas de identidad se mantienen estables. ¿La familia-casa? ¿Dónde y cómo? Si la televisión entró como reina por la puerta principal, el internet entró como golpista por la hendidura del espacio cibernético. En días pasados, casi cada casa del planeta fue invadida por las tropas británicas y norteamericanas que ocuparon Irak.El Estado Nación que se abroga ahora el título de "la mano divina de Dios" (los Estados Unidos de América), existe sólo en la televisión, en la radio, en algunos periódicos y revistas., y en los cines. En la fábrica de sueños de los grandes consorcios mediáticos, los presidentes son inteli-gentes y simpáticos, la justicia siempre triunfa; la comunidad derrota al tirano, la rebeldía es respuesta pronta y efectiva frente a la arbitrariedad, y el "y vivieron muy felices" sigue siendo el final prometido a la sociedad nacional. Pero en la realidad, las cosas son todo lo contrario.¿Dónde están los héroes de la invasión a Afganistán? ¿Dónde los de la ocupación de Irak? Quiero decir, el 11 de septiembre del 2001 tuvo sus héroes, los bomberos y habitantes de la ciudad de Nueva York trabajando por rescatar a las víctimas del delirio mesiánico. Pero estos héroes reales no le sirven al Poder, por eso fueron rápidamente olvidados. Para el Poder el "héroe" es el que conquista (es decir, destruye), no el que salva (es decir, construye). La imagen del bombero cubierto de ceniza, trabajando entre los escombros de las torres gemelas en Nueva York, fue sustituida por la del tanque de guerra jalando la estatua de Hussein en Bagdad.La polis moderna (uso el término "polis" en lugar del de "ciudad" para remarcar que me refiero a un espacio urbano de relaciones económicas, ideológicas, culturales, religiosas y políticas) sólo tiene de la clásica (Platón), la imagen superficial y frívola de las ovejas (el pueblo) y el pastor (el gobernante).Pero la modernidad trastocó por completo la imagen platónica. Ahora se trata de un complejo industrial: algunas ovejas se trasquilan y otras se sacrifican para obtener alimento, las "enfermas" son aisladas, eliminadas y "quemadas" para que no contaminen al resto.El neoliberalismo se presentó como la administración eficaz de esa mezcla de matadero-corral que es la polis, pero señalando que la eficacia sólo era posible rompiendo las fronteras de la polis y extendiéndolas (es decir, invadiendo) a todo el planeta: la Hiper-Polis.Pero resulta que el "administrador" (el gobernante-pastor) ha enloquecido y ha decidido sacrificar todas las ovejas, aunque el dueño no pueda comer todas. y aunque no queden ovejas para trasquilar, ni para sacrificar mañana. El viejo político, el de antaño (y no me refiero al de "antes de Cristo", sino al de finales del siglo XX), se especializaba en mantener las condiciones para el crecimiento del rebaño y que hubiera ovejas para una y otra cosa, y, además, de que las ovejas no se rebelaran.El neo-político no es ya más un pastor "culto", es un lobo bobalicón e ignorante (que ni siquiera se esconde tras una piel de oveja) que se conforma con comerse la parte del rebaño que le cedan, pero ha abandonado sus tareas fundamentales. El rebaño no tardará en desaparecer. o en rebelarse.¿Se podría pensar que de lo que se trata no es de "humanizar" el corral-fabrica-matadero de la polis moderna, sino de destruir esa lógica, arrancarse la piel de oveja y, sin ovejas, descubrir que el "pastor-carnicero-trasquilador" no sólo es inútil, sino que estorba?La lógica de los Estados Nacionales era (a grandes rasgos): una polis-ciudad aglutina un territorio (y no al revés), una provincia aglutina una serie de polis, una nación aglutina una serie de provincias. Ergo, la polis-ciudad era la célula básica de la Nación Estado y la Polis-Capital imponía su lógica al resto de las polis.Había entonces una especie de causa común, uno o varios elementos que aglutinaban a esa Polis dentro de sí misma, así como había elementos que aglutinaban al Estado Nación (territorio, lengua, moneda, sistema jurídico-político, cultura, historia, etcétera). Estos elementos han sido erosionados y dinamitados (muchas veces no en sentido figurado) por la globalización.Pero, ¿qué con la polis en el desgaste actual (casi hasta la desaparición) del Estado Nacional? Y, ¿qué fue primero?, ¿la Polis o el Estado Nacional?, ¿el desgaste de la una o del otro? No importa, cuando menos no para lo que ahora digo. Si la fragmentación (y, por ende, la tendencial desaparición) del Estado Nacional se debe a la fragmentación de la polis o viceversa, no es el tema del que hablo.Como en el Estado Nacional, en la Polis se ha extraviado lo que la aglutinaba. Cada Polis no es más que una fragmentación desordenada y caótica, una superposición de polis que no sólo son diferentes entre sí, sino, no pocas veces, contrarias.El Poder del Dinero exige un espacio especial que no sólo le sea espejo de su grandeza y bienestar, sino que, además, lo proteja de las "otras" polis (las de los "otros") que están a su alrededor y la "amenazan". Estas "otras" polis no son semejantes a las comunidades bárbaras de antaño. La Polis del Dinero trata de incorporarlas a su lógica y necesita de ellas, pero, al mismo tiempo, les teme.Donde antes había un Estado Nacional (o disputando aún el espacio con él) hay ahora una desordenada acumulación de Polis. Las Polis del Dinero que hay en el mundo son las "casas" de la "sociedad del Poder". Sin embargo, donde antes había un sistema jurídico e institucional que regulaba la vida interna de los Estados Nacionales y la relación entre ellos (estructura jurídica internacional), ahora no hay nada.El sistema jurídico internacional es obsoleto, y su lugar está siendo ocupado por el sistema "jurídico" espontáneo del Capital: la competencia brutal y despiadada con cualquier medio, entre ellos, la guerra.¿Qué son los programas de seguridad pública de las ciuda-des sino la protección de los que tienen todo frente a los que nada tienen? "Mutatis mutandi", los programas de seguridad nacional ya no son nacionales frente a otras naciones, sino contra todo y en todas partes. La imagen de la ciudad rodeada (y amenazada) por cinturones de miseria y la imagen de la nación hostigada por otros países, se han empezado a transformar. La pobreza y la inconformidad (esas "otras" que no tienen el buen gusto de desaparecer) ya no están en la periferia, sino que se puede ver casi en cualquier parte de las urbes. y de los países.Lo que señalo es que el "reordenamiento", que se practica en los gobiernos de las polis, de esos fragmentos, como ensayo o "entrenamiento" para el reordenamiento nacional, es inútil. Porque de lo que se trata, más que de reordenar, es de aislar los fragmentos "nocivos" y atenuar el impacto que puedan tener sus reclamos, luchas y resistencias en la polis del dinero.Quien gobierna la ciudad, sólo administra el proceso de fragmentación de la polis, en espera de pasar a administrar el proceso de fragmentación nacional.La privatización del espacio en las ciudades no es más que el temor violando sus propias disposiciones. La polis se ha convertido en un espacio anárquico de islas. La "convivencia" entre los pocos es posible por el temor común que tienen al "otro". ¡Vivan las calles privadas! Seguirán las colonias privadas, las ciudades, las provincias, las naciones, el mundo. todo privatizado, es decir, aislado y protegido del "otro". Pero el vecino pudiente no tardará también en ser un "otro".Lo que no hizo la guerra nuclear, pueden hacerlo las corporaciones. Destruir todo, incluso lo que les da riqueza.Un mundo donde no quepa ningún mundo, ni siquiera el propio. Éste es el proyecto de la Hiper-Polis que ya se levanta sobre los escombros del Estado Nación.III. La política ¿Ya no hay causas nacionales que aglutinen a las polis, a las naciones, a las sociedades? ¿O ya no hay políticos capaces de enarbolar esas causas? El descrédito de la política es algo más que eso: tiene algo de odio y rencor. El ciudadano común está pasando, tendencialmente, de la indiferencia frente a las tropelías de la clase política, a un repudio que adquiere formas cada vez más "expresivas". El "rebaño" se resiste a la nueva lógica.El político de antaño definía la tarea común. El moderno lo intenta y fracasa, ¿por qué? Tal vez porque él mismo ha labrado su desprestigio o, más bien, más que prostituir una causa, ha prostituido un quehacer.Carente de una realidad como referente, la clase política moderna se fabrica de un holograma no del tamaño de sus aspiraciones, sino del tamaño de su calendario actual: quien gobierna un poblado no ha renunciado a gobernar una ciudad, una provincia, una nación, el mundo entero, es sólo que su hoy le determina un poblado. y hay que esperar a las próximas elecciones para el siguiente paso.Si el Estado Nacional antes tenía la capacidad de "ver más allá" y proyectar las condiciones necesarias para que el capital se reprodujera "in crescendo" y para ayudarlo a sortear sus crisis periódicas, la destrucción de sus bases fundamentales le impiden cumplir con esa tarea.El "barco" social se haya a la deriva y el problema no es sólo la falta de un capitán capaz, resulta que se han robado el timón y no aparece por ningún lado. Si el dinero fue la dinamita, los "operarios" de la demolición fueron los políticos. Al destruir las bases del Estado Nacional, la clase política tradicional también destruyó su coartada: los todopoderosos atletas de la política ahora se miran sorprendidos e incrédulos. un comerciante ñoño, sin noción alguna de las artes del Estado, ni siquiera los ha derrotado, simplemente los suplantó.Esa clase política tradicional es incapaz de reconstruir las bases del Estado Nacional. Como ave de rapiña se conforma con alimentarse de los despojos de los países, y se ceba en el lodo y la sangre sobre las que se construye el imperio del dinero. Mientras engorda, el Señor del Dinero espera en la mesa.La libertad de mercado ha sufrido una metamorfosis terrible: ahora eres libre de elegir a qué centro comercial ir, pero la tienda es la misma y la marca del producto también. La falaz libertad originaria en la tiranía de la mercancía, "libre oferta y libre demanda" se ha hecho añicos.Las bases de la "democracia occidental" han sido dinamitadas. Sobre sus escombros se realizan campañas y elecciones. La pirotecnia electoral brilla muy alto, tanto que no alcanza siquiera a iluminar un poco las ruinas que cubren el quehacer político.De igual forma, la columna vertebral del quehacer gubernamental, la Razón de Estado, no sirve más, ahora es la Razón de Mercado la que dirige la política. ¿Para qué emplear políticos si los mercadólogos entienden mejor la nueva lógica del Poder?El político, es decir, el profesional del Estado, ha sido suplantado por el gerente. Así la visión de Estado se trastoca en visión de mercadotecnia (el ge-rente no es más que un capataz de antaño, que "cree" firmemente que el éxito de la empresa es su propio éxito) y el horizonte se achica, no sólo en distancia, también en su dimensión.Los diputados y senadores ya no hacen leyes, esa labor la cumplen los "lobbys" de asesores y consultores.Huérfanos y viudos, los políticos tradicionales y sus intelectuales se mesan los cabellos (los que tengan aún) y ensayan una y otra vez nuevas coartadas para ofrecerlas en el mercado de ideas: es inútil, ahí sobran vendedores y no hay ningún comprador.Acudir a la clase política tradicional como "aliada" en la lucha de resistencia es un buen ejercicio. de nostalgia. Acudir a los neo-políticos es un síntoma de esquizofrenia. Allá arriba no hay nada que hacer, como no sea jugar a que tal vez se puede hacer algo.Hay quien se dedica a imaginar que el timón existe y disputar su posesión. Hay quien busca el timón, seguro de que quedó en alguna parte. Y hay quien hace de una isla no un refugio para la autosatisfacción, sino una barca para encontrarse con otra isla y con otra y con otra.IV. La guerra En el stress postmoderno de la sociedad del Poder, la guerra es el diván. La catarsis de muerte y destrucción alivia pero no cura. Las crisis actuales son peores que las del pasado, y, por ende, la solución radical que el Poder da para ellas, la guerra, es peor que las de antaño.Ahora, el fraude más grande de la historia de la humanidad, la globalización, ni siquiera tiene la delicadeza de tratar de justificarse. Miles de años después del surgimiento de la palabra, y con ella, de la razón argumentada, la fuerza vuelve a ocupar el lugar decisivo y decisorio.En la historia de la consolidación del Poder, la convivencia humana se convirtió en coexistencia. Y ésta en guerra. El par dominante-dominado define ahora a la comunidad mundial y pretende ser el nuevo criterio de "humanidad" incluso para los fragmentos más dispersos de la sociedad global.El vacío dejado por los hombres de Estado es llenado, en el holograma del Estado Nacional, por los gerentes y arribistas; pero en el orden aparente del capital, los militares de empresas (una nueva generación que no sólo lee y aplica a Tzun Tzu, sino que tiene los medios materiales para realizar sus movimientos y maniobras) incorporan la guerra militar (para diferenciarla de las guerras económicas, ideológicas, psicológicas, diplomáticas, etc.) como un elemento más de su estrategia de mercado.La lógica del mercado (más ganancias siempre y a toda costa) se impone a la vieja lógica de guerra (destruir la capacidad de combate del oponente). La legislación internacional estorba entonces y, o debe ser ignorada, o debe ser destruida. Se acabó el tiempo de las justificaciones plausibles, ahora ni siquiera se hace mucho énfasis en las justificaciones "morales" e incluso "políticas" de la guerra. Los organismos internacionales son monumentos inútiles y onerosos.Para la sociedad del Poder, el ser humano puede ser cliente o delincuente. Para adocenar al primero y eliminar al segundo, el político da rostro legal a la violencia ilegítima del Poder. La guerra ya no necesita de leyes que la "justifiquen" o "avalen", basta con políticos que la declaren y firmen las órdenes. Si el gobierno de Estados Unidos se ha abrogado el papel de "Policía" de la Hiper-Polis, habría que preguntarse qué orden quiere mantener, qué propiedad debe defender, qué delincuentes debe encarcelar, y qué ley le da coherencia y orden a su actuar. Es decir, quienes son los "otros" frente a los que debe proteger a la sociedad del Poder.No hay peor general para conducir una guerra que un militar, por eso, antaño, los grandes generales, los ganadores de las guerras (no los que peleaban las batallas), eran políticos, hombres de Estado. Pero si ya no hay más de éstos, entonces ¿quién está dirigiendo la actual batalla de conquista mundial? Dudo que alguien, en su sano juicio, pueda sostener que Bush o Rumsfeld dirigieron la guerra en Irak.Así que, o son militares los que dirigen o no son militares. Si lo son, el resultado empezará a verse dentro de poco. El militar no se da por satisfecho hasta que destruye totalmente a su oponente. Totalmente, es decir, no derrotarlo, sino desaparecerlo, acabarlo, aniquilarlo. Así la solución a la crisis sólo es el preludio de una crisis mayor, de un horror que es imposible describir con palabras.Si no son militares, entonces ¿quién dirige? Las corporaciones, pudiera responderse. Pero éstas tienen lógicas que se sobreponen a las de los individuos y los conducen. Como un ente con vida e inteligencia propia, la corporación alecciona a sus miembros para ir en tal dirección. ¿Cuál? La de la ganancia. En esta lógica, el dinero se dirige a donde obtiene más condiciones de ganancia rápida, creciente y continua. ¿Se dirigirá entonces a donde menos hay o a donde más hay? Sí, la corporación irá, tendencialmente, en contra de otra corporación.¿Resolverá el resultado de la guerra en Irak la crisis que enfrentan las grandes corporaciones? No, o cuando menos no en lo inmediato. El efecto distractor de un conflicto para las expectativas del Estado-Nacional-Con-Aspiraciones-A-Ser-Supranacional, tiene la duración de un spot televisivo."Ya ganamos en Irak", dirán los ciudadanos de Estados Unidos, "¿y ahora? ¿Otra guerra? ¿En dónde? ¿Es esto el nuevo orden mundial? ¿Una guerra en todas partes y a todas horas, sólo interrumpida por los anuncios comerciales?" V. La cultura Postrada en el diván de la guerra, la sociedad del Poder baraja sus complejos y fantasmas. Unos y otros tienen muchos nombres y muchos rostros, pero un común denominador: "el otro". Ese "otro" que, hasta antes de la globalización, estaba lejos en tiempo y espacio, pero que la construcción desordenada de la Hiper-Polis lo ha traído al "backyard", al patio trasero de la sociedad del Poder.La cultura del "otro" se vuelve el espejo odiado. Pero no porque refleje al poder en su crueldad inhumana, sino porque cuenta la historia del "otro". El diferente que no sólo no depende del "yo" del Poder, sino que también tiene su propia historia y esplendor sin siquiera haberse dado cuenta de la existencia del "yo" o haber supuesto su futura aparición.En la sociedad del Poder, el fracaso del hombre en la convivencia, su ser en el ser colectivo, se oculta detrás del éxito individual. Pero éste último, oculta a su vez que ese éxito es posible por la destrucción del otro, del ser colectivo. Durante décadas, en el imaginario del Poder, el colectivo ocupó el lugar del mal, arbitrario, iracundo, cruel, implacable. El "otro" es el rostro del rebelde Luzbel en la nueva "Biblia" del Poder (que no predica la redención, sino la sumisión) y es necesario expulsarlo de nuevo del paraíso. En el papel de la espada flamígera, las "smart bombs".El rostro del "otro" es su cultura, ahí está su diferencia. Lengua, creencias, valores, tradiciones, historias, se hacen cuerpo colectivo en una Nación y le permiten diferenciarse de otras y, con base en esa diferencia, relacionarse con otras. Una Nación sin cultura es una entidad sin rostro, es decir, sin ojos, sin oídos, sin nariz, sin boca. y sin cerebro.Destruir la cultura del "otro" es la forma más contundente de eliminarlo. El saqueo de las riquezas culturales en Irak no fue producto de la desatención o desinterés de las tropas de ocupación. Fue una acción militar más en el plan de guerra.En las grandes guerras, los grandes tiranos y genocidas dedican esfuerzos especiales a la destrucción cultural. La semejanza entre la fobia a la cultura de Hitler y la de Bush no se debe a que manifiesten síntomEn las grandes guerras, los grandes tiranos y genocidas dedican esfuerzos especiales a la destrucción cultural. La semejanza entre la fobia a la cultura de Hitler y la de Bush no se debe a que manifiesten síntomas comunes de locura. La semejanza está en los proyectos de mundialización que animaron a uno y dirigen al otro.La cultura es de las pocas cosas que mantienen aún respirando al Estado Nacional. La eliminación de la cultura será el tiro de gracia. Al funeral nadie asistirá y no por falta de conocimiento, sino de "raiting".VI. Manifiestos y manifestaciones El acto guerrero fundacional del nuevo siglo no es el desmoronamiento de las torres gemelas, pero tampoco la caída sin gracia ni espectáculo de la estatua de Hussein. El siglo XXI arranca con el "NO A LA GUERRA" globalizado que devolvió a la humanidad su esencia y la aglutinó en una causa. Como nunca antes en la historia de la humanidad, el planeta fue sacudido por este "NO".Desde intelectuales de todas las tallas, hasta habitantes iletrados de rincones ignorados de la tierra, el "NO" se convirtió en puente que unió comunidades, pueblos, villas, ciudades, provincias, países, continentes. En manifiestos y manifestaciones, el "NO" buscó la reivindicación de la razón frente a la fuerza.Aunque ese "NO" se apagó en parte con la ocupación de Bagdad, hay más de esperanza que de impotencia en su eco. Sin embargo, algunos se han desplazado en el terreno teórico y han cambiado la pregunta "¿Qué hacer para detener la Guerra?", por esta otra: "¿Dónde será la próxima invasión?".Hay quien sostiene, ingenuo, que la declaración del gobierno de EU de que no hará nada contra Cuba, demuestra que no hay que temer una acción militar norteamericana en contra de la isla caribeña. Los deseos del gobierno norteamericano de invadir y ocupar Cuba son reales, pero son algo más que deseos. Son ya planes con rutas, tiempos, contingentes, etapas, objetivos parciales y sucesivos. Cuba no es sólo un territorio a conquistar, es, sobre todo, una afrenta. Una abolladura intolerable en el lujoso automóvil de la modernidad neoliberal. Y los marines son los hojalateros. Si esos planes se concretan, ya se verá, como ahora en Irak, que el objetivo no era derrocar al señor Castro Ruz, ni siquiera imponer un cambio de régimen político.La invasión y ocupación de Cuba (o de cualquier otro punto de la geografía mundial) no requiere de los intelectuales "sorprendidos" de las acciones de un Estado Nacional (acaso el último que se mantiene como tal en América Latina) para control interno.Si el gobierno norteamericano no se conmovió siquiera por el tibio rechazo de la ONU y de los gobiernos del primer mundo, ni se inmutó con la condena explícita de millones de seres en todo el planeta, no lo animarán ni detendrán las palabras de rechazo o aliento de los intelectuales (hablando de Cuba, en fechas recientes se conoció la "heroica" acción de soldados israe-líes: ejecutaron a un palestino con un tiro en la nuca. El palestino tenía 17 meses de edad. ¿Hubo alguna declaración, algún manifiesto con firmas indignadas? ¿Horror selectivo? ¿Cansancio del corazón? ¿O el "condenamos en cualquier parte y de quien sea" incluye ya y para siempre todas y cada una de las dosis de terror que desde arriba indigestan a los de abajo? ¿Basta decir una vez "no"?).Tampoco lo detendrán las mo-vilizaciones de protesta, por muy masivas y continuas que sean, aún dentro de la Unión Americana.Quiero decir: NO SÓLO.Un elemento fundamental es la capacidad de resistencia del agredido, la inteligencia para combinar formas de resistir, y, algo que puede sonar "subjetivo", la decisión de los seres humanos agredidos. El territorio a conquistar (llámese Siria, Cuba, Irán, montañas del sureste mexicano) tendría así que convertirse en un territorio en resistencia. Y no me refiero a la cantidad de trincheras, armas, trampas caza-bobos y sistemas de seguridad (que son, sin embargo, también necesarias), sino a la disposición (la "Moral" dirán algunos) de esos seres humanos para resistir.VII. La resistencia Las crisis preceden a la toma de conciencia de su existencia, pero la reflexión sobre los resultados o salidas de esas crisis se convierten en acciones políticas. El rechazo a la clase política no es un rechazo al hacer política, sino a una forma de hacerla.El hecho de que, en el muy limitado horizonte del calendario del Poder, no aparezca definida una nueva forma de hacer política no significa que ésta no esté ya andando en pocos o en muchos de los fragmentos de las sociedades en todo el mundo.Todas las resistencias, en la historia de la humanidad, han parecido inútiles no sólo la víspera, sino también ya avanzada la noche de la agresión, pero el tiempo corre, paradójicamente, a su favor si es concebida para ello.Podrán caer muchas estatuas, pero si la decisión de generaciones se mantiene y alimenta, el triunfo de la resistencia es posible. No tendrá fecha precisa ni habrá desfiles fastuosos, pero el desgaste previsible de un aparato que convierte su propia maquinaria en su proyecto de nuevo orden, terminará por ser total.No estoy predicando la esperanza hueca, sino recordando un poco de historia mundial y, en cada país, un poco de historia nacional.Vamos a vencer, no porque sea nuestro destino o porque así esté escrito en nuestras respec-tivas biblias rebeldes o revolucionarias, sino porque estamos trabajando y luchando para eso.Para ello es necesario un poco de respeto al otro que en otro lado resiste en su ser otro, un mucho de humildad para recordar que se puede aprender todavía mucho de ese ser otro, y sabiduría para no copiar sino producir una teoría y una práctica que no incluyan la soberbia en sus principios, sino que reconozca sus horizontes y las herramientas que sirven para esos horizontes.No se trata de solidificar las estatuas existentes, sino trabajar por un mundo donde las estatuas sirvan sólo para que los pájaros se caguen en ellas.Un mundo donde quepan muchas resistencias. No una internacional de la resistencia, sino una bandera policroma, una melodía con muchas tonadas. Si aparece di-sonante es sólo porque el calendario de abajo está todavía por armar la partitura donde cada nota encontrará su lugar, su volumen y, sobre todo, su liga con las otras notas.La historia está lejos de terminar. En el futuro, las convivencias serán posibles, no por las guerras que pretendieron dominar al otro, sino por los "no" que dieron a los seres humanos, como antes en la prehistoria, una causa común y, con ella, una esperanza: la de la supervivencia. por la humanidad, contra el neoliberalismo.Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos.

Sistema de seguridad y justicia comunitaria - POLICIA COMUNITARIA DE LA COSTA CHICA Y MONTAÑA DE GUERRERO

Sistema de seguridad y justicia comunitaria
“El respeto a nuestros derechos será justicia”.

DATOS GENERALES
Regiones de influencia: Montaña y Costa Chica, fundamentalmente en la zona cafetalera
Municipios : 10Región Costa Chica: San Luís Acatlán y MarqueliaRegión Montaña: Malinaltepec,Iliatenco, Metlatonoc, Atlamajalcingo del Monte, Cochoapa el Grande, Copanatoyac, Xalpatlahuac, Tlapa de Comonfort
Comunidades Participantes 65 Pueblos Tlapanecos, Mixtecos, Náhuas y mestizos
Actividades economicas
Principalmente produccion de café(+ - 8 800 cafeticultores minifundistas),jamaica, maíz
Formación del Sistema : 1995
Numero de Policías Comunitarios + - 600
Población beneficiaria directa : 100,000
EL CONTEXTO EN QUE SURGE LA POLICÍA COMUNITARIA (1995)SITUACIÓN ESTATALPor la mitad de la década de los noventa Guerrero vivió una crisis que se agudizó más aún con la masacre de 39 campesinos en Aguas Blancas, perpetrada por policías “motorizados”. A raíz de este hecho, el gobernador Rubén Figueroa se vio obligado a pedir licencia, entrando el gobernador interino Ángel Aguirre Rivero.SITUACIÓN REGIONALCon la crisis del aparato judicial se crea un vacío en los tres poderes y en la Montaña se desencadena una gran ola delictiva por la delincuencia organizada de tal forma que carreteras, caminos, veredas e incluso las mismas comunidades son objeto de innumerables robos, asaltos, violaciones sexuales y asesinatos. Todas las autoridades fueron completamente rebasadas por la delincuencia, principalmente por complicidades con los delincuentes, omisiones, negligencias o -en el mejor de los casos- incapacidad y decisión firme para combatirla.
LA FORMACIÓN DE LA POLICÍA COMUNITARIA
Uno de los principales factores del surgimiento del Sistema de Seguridad, Justicia y Reeducación Comunitaria fue la ineficacia y la corrupción del sistema de seguridad publica del Estado. La gran ola de violencia que se presentaba en los caminos de la Montaña (lo que hoy es la carretera Tlapa-Marquelia) y la Costa Chica (San Luís Acatlán-Marquelia) de Guerrero en la década de los ochenta e inicio de los noventas movió a los habitantes de algunas comunidades de la región a organizarse para combatirla. En este suceso, las organizaciones y sociedades de produccion, principalmente cafetaleras, eran también afectadas por la inseguridad en el traslado de sus productos y recursos económicos. De 1992 a 1995 se vivió la más despiadada ola de violencia pues los asaltos eran perpetrados casi a diario, las mujeres y las niñas eran violadas delante de sus padres y esposos, y los asaltantes frecuentemente llegaban al asesinato de las personas que se le resistían. Al ver la negligencia de las autoridades y la ineficiencia del sistema jurídico que se resistía a investigar y tras el pago de “mordidas” rápidamente dejaba libres a los delincuentes, en 1993 y 1994 los afectados de este problema de inseguridad y violación de sus derechos fundamentales, apoyados por las organizaciones sociales y la Iglesia local, empezaron a convocar a reuniones para discutir el asunto. En estas asambleas, a las cuales participaban pobladores de toda la región, autoridades comunitarias, profesores, se denunciaban los delitos padecidos.
En 1995 se realizaron tres grandes asambleas; en la tercera, la mayoría de asambleístas constataron que las autoridades gubernamentales jamás asistieron a ninguna reunión a las que habían sido invitadas, demostrando con dicha actitud que no les interesaba resolver los problemas de los pueblos. En esta reunión, celebrada en Santa Cruz del Rincón, municipio de Malinaltepec, se decidió crear la Policía Comunitaria, definiendo que la actividad de dicha policía, integrada por voluntarios sin sueldo de las mismas comunidades, sería recorrer los caminos donde sucedían los delitos y en caso necesario detener a los delincuentes y ponerlos a disposición de la autoridad.Con la presencia de los Comunitarios la delincuencia disminuyó en manera muy considerable; sin embargo no se pudo erradicar el problema, pues se hizo aún más evidente la ineficacia y la corrupción de las autoridades encargadas de aplicar y administrar justicia. Fue por esto que en 1998 decidimos dotarnos de nuestras propias autoridades regionales para la procuración y impartición de justicia (CRAC).

FUNCIONAMIENTO Y OPERACIÓN 1995
ACTIVIDADES INICIALESResguardo de camionetas “pasajeras” y patrullaje a pie de los caminos.Poco a poco, las asambleas de los pueblos fueron nombrando a sus grupos de 8 a 12 elementos, los cuales empezan a operar sin compensación económica (aun es así) y con armas muy sencillas. Su operación se centra fundamentalmente en el resguardo de las camionetas pasajeras. Cada grupo actua solo, sin ninguna coordinación con los demás pero bajo el mando de sus 2 Comandantes y el Comisario de la comunidad. La actitud de los policías es de respeto y servicio a sus comunidades, con un gran espíritu de lucha. De está forma se logra disminuir sustancialmentelos delitos y controlar a la delincuencia en los caminos, como las violaciones sexuales, los robos y asaltos a las camionetas.
1996
CREDENCIALESLos Ayuntamientos otorgan credenciales a los policias comunitarios como “órgano auxiliar del ayuntamiento”.
REGISTRO DE ARMASSe realiza en el 48 Batallón de Infantería.
1997
NUEVAS ACTIVIDADESResguardo de fiestas tradicionales, patrullaje preventivo a colonias de San Luis Acatlán, resguardo de funcionarios de organizaciones y Presidencias Municipales a reuniones importantes, recorrido a ríos, resguardo de valores de las Organizaciones, Coordinación con la Policía Motorizada y Policía Judicial para establecer retenes, entre otras.COMITÉ EJECUTIVOSe instituye la dirigencia del Sistema de Seguridad con el nombramiento del Comité Ejecutivo (Comandancia Regional) y el establecimiento de 3 Rutas de Coordinación.
OPERATIVOS DE MAYOR IMPORTANCIASe inicia la coordinación real y efectiva de los grupos en torno a su mando: El Comité Ejecutivo.Se persigue y captura a abigeos y se toca a la base del narcotráfico en las propias comunidades.Se participa conjuntamente con algunas patrullas del Ejercito Mexicano (48°Batallón de Infantería) en operativos (resguardo de fiestas tradicionales en pueblos conflictivos, persecución de delincuentes, entre otros).CAPACITACIÓN DE LA SUBSECRETARIA DE PROTECCIÓN DEL GOBIERNO DEL ESTADO Y DEL EJERCITO MEXICANOEn 1996 y 1997 varios Comandantes de la Policía Estatal, así como oficiales del 48 Batallón de Infantería capacitan a Asambleas y a grupos de “Comunitarios” sobre varios temas relacionados al manejo de armas, legislación y seguridad.
1998
COORDINADORA REGIONAL DE AUTORIDADES COMUNITARIAS (CRAC)Institución de la CRAC como aparato de Procuración e Impartición de Justicia en base a “usos y costumbres” de los pueblos.
REEDUCACIÓNSe acuerda formalmente aplicar trabajo físico social (fajina) en las comunidades a delincuentes capturados por tiempos que estarán en función del grado del delito cometido, la reparación del daño y/o el acuerdo amistoso entre las partes. El proceso de “reeducación” contempla, entre otros, los consejos de los ancianos (principales).INFRAESTRUCTURASe obtiene por el Presidente Municipal un terreno de 970 m2 con oficinas, cocina, y 3 celdas para reos en la cabecera municipal de San Luís Acatlán. Estos espacios son utilizados como base operativa por la dirección formal de este Sistema Comunitario de Seguridad: la CRAC. Las cárceles son usadas, temporalmente, para recluir a los delincuentes que cometen delitos muy graves como asesinatos, violaciones sexuales, abigeato, etc, mientras se realizan las investigaciones relativas al caso. Todos los grupos de policías comunitarios tienen obligación de resguardar, en forma rotatoria, dichas instalaciones, por una semana. Los ayuntamientos también aportan 2 camionetas, y un sistema de radiocomunicación en Banda Corta, para agilizar los operativos de la Policía. 2002-2003
LA LUCHA POR LA DEFENSA DEL SISTEMA COMUNITARIO DE SEGURIDADAnte los importantes avances de esta novedosa organización de los pueblos (los funcionarios gubernamentales han tenido que reconocer en distintas ocasiones -muy a su pesar- que la operación del “Sistema” ha abatido los índices de delincuencia en la región de un 90%), paulatinos y de facto, así como de la perdida de espacios de poder propios del Sistema Judicial, el poder estatal emprendió una política represiva contra el Sistema Comunitario de Justicia y Seguridad. El 11 de Febrero de 2002 los cincos Coordinadores Regionales (comisarios de la CRAC) son encarcelados en el CERESO de San Luís Acatlán, con la acusación de violaciones a los derechos humanos (privación ilegal de la libertad) en el desempeño de su función, la impartición de justicia. Obviamente, el problema destaca en la falta de respeto, por parte de las instituciones, de la legítima voluntad de los pueblos de la región que decidieron organizarse y nombrar dichas autoridades. Al día siguiente de la aprehensión de los Coordinadores cerca de 4000 personas se manifestaron en la Agencia del Ministerio Publico, y los Policías Comunitarios acordonaron las instalaciones mostrando la fuerza de la organización y el enorme apoyo popular con que esta contaba, así que se negoció con el Subprocurador de Justicia la liberación de los detenidos y el Acuerdo de Cooperación y Respeto de las Instancias Judiciales con la CRAC. A partir de esta fecha el Gobierno del Estado de Guerrero, encabezado por René Juárez, dejó de insistir en su decisión de desaparecer a la Policía Comunitaria. Lo anterior no quiere decir que aquél haya claudicado en su objetivo de desmantelar o cooptar a los “comunitarios”, proponiendo repetidas veces la legalización de la PC a través de su incorporación a la Policía Preventiva, lo cual ha sido siempre rechazado por la organización que ve en ello el claro intento de acotar su autonomía e libertad de acción.
REGLAMENTO INTERNO DEL SISTEMASe ha venido elaborando desde fines del 2002 en base a foros, asambleas, comisiones, asesorias legales, etc. Es el esfuerzo por normar la operación de este “Sistema de Justicia Comunitario”.
2004-2006
FORTALECIMIENTO Y EXPANSIÓN DEL SISTEMALa eficacia de la organización comunitaria en la disminución de delitos y en la impartición de justicia, ha impulsado muchas comunidades pertenecientes a varios municipios de la región a organizar sus propios grupos de policías comunitarios e integrarse al sistema. Actualmente, la organización tiene presencia en 10 municipios de la Montaña y Costa Chica.
PARTICIPACIÓN DE LA MUJERLa constante presencia de las mujeres en el Sistema de Seguridad y Justicia Comunitaria se concretó a partir del 2006 en la Comisión de Participación de la Mujer, que integran dos o más mujeres nombradas en la Asamblea Regional, las cuales imparten justicia juntas con los Coordinadores Regionales, prestando particular atención a los casos de mujeres y a la defensa de sus derechos al interior de la administración de la justicia comunitaria.
TENSA CALMA: LA RELACIÓN CON LAS AUTORIDADESLuego de la “crisis” del 2002, la actitud de las instituciones políticas y judiciales se ha vuelto mas tolerante, aunque no deja de ser conflictiva. Recurrentes han sido las propuestas avanzadas tanto por las autoridades políticas locales como por las estatales hacia la incorporación de la Policía Comunitaria al sistema oficial, que aparecen también en la recién Ley de Seguridad Publica del Estado de Guerrero, aprobada en febrero 2007. En noviembre 2006 la actitud arrogante del Director de Seguridad Publica de San Luís Acatlán, frente a las actividades de resguardo de caminos y protección de la población de los asaltantes implementadas por la Policía Comunitaria, originó una situación de tensión y militarización del territorio, que duró más de un mes.

NUESTRA REGIÓN
El Estado de Guerrero está formado por siete regiones económicas, divididas en 76 municipios.
Guerrero: un mosaico de esperanza sobre un muro de impunidad Guerrero, Oaxaca y Chiapas: un triángulo en los indicadores de pobreza
Los datos que se refieren a la marginalidad (CONAPO 2004) sitúan las regiones Montaña y Costa Chica entre las 36 “zonas prioritarias” del país que tienen como común denominador la pobreza, el narcotráfico, la migración, la violencia y la militarización.Con respecto a la region de la Montaña, que cuenta con el 85% de población indígena, informes recientes denuncian la grave situación de rezago y marginalidad socioeconómica en que viven los pueblos de la Montaña, la poca cobertura asistencial de las dependencias de gobierno (municipal, estatal y federal) para atender las demandas, la elaboración e imposición de paquetes y programas productivos no acordes a las necesidades ni características de los pueblos. La principal actividad económica de los habitantes de las regiones Montaña y Costa Chica es la agricultura, con el cultivo de maíz y café, y la ganadería, aunque sea en constante aumento el porcentaje de los que dejan los cultivos de temporal en las empinadas laderas de los cerros y las profundas cañadas (cultivo que llaman el tlacolol) y migran hacia los estados del norte o los Estados Unidos. La vida de los pueblos indígenas de la Montaña está marcada por la marginación, la represión, la falta de acceso a la justicia y los conflictos políticos y agrarios. La militarización, el narcotráfico y los grupos armados son tres realidades inocultables en la región de la Costa-Montaña, donde el Ejército frecuentemente se impone como la autoridad que asume el control policiaco y militar.Actualmente el Sistema de Justicia y Seguridad Comunitaria de la Costa-Montaña de Guerrero está conformado por más de 60 comunidades na savi (mixtecas), me’phaa (tlapanecas), nahuas y mestizas.
Seguridad, Marginación y Contaminación

LOS MUNICIPIOSSan Luís Acatlán y Malinaltepec son los de mayor producción de café arábica y la economía de su población, mayoritariamente tlapaneca, depende fundamentalmente del cultivo y venta de este grano. Tiene características políticas y económicas caciquiles, así como un bajo desarrollo económico y social semejante a las demás regiones indígenas del sureste del País. Metlatonoc es considerado como el de más alta marginación a nivel nacional (CONAPO 2004), aunque los demás municipios que participan dentro del radio de influencia de la Policía Comunitaria no se quedan tan lejos de éste.
LAS ORGANIZACIONESAquí operan las organizaciones cafetaleras Luz de la Montaña y Unión Regional Campesina. Ha tenido una relevancia social importante el Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular (actualmente disuelto) y el Consejo de Autoridades Indígenas (CAIN) así como la SSS Café-Maíz y el Consejo Comunitario de Abasto-Diconsa. En conjunto, su influencia es en alrededor de cien mil habitantes. Las dos primeras surgieron en la decada de los ochenta, las segundas son más recientes. Todas estas organizaciones cooperaron activamente a la formación y funcionamiento de la Policia Comunitaria.

NUESTRAS COMUNIDADES
PUEBLOS
NUMERO DE COMUNIDADES
MIXTECOS
26
TLAPANECOS
27
NAHUAS
5
MESTIZOS
7


SAN LUIS ACATLAN

1
RÍO IGUAPA

2
PUEBLO HIDALGO

3
ARROYO CUMIAPA

4
CUANACAXTITLAN

5
YOLOXOCHITL

6
CAMALOTILLO

7
TLAXCALIXTLAHUACA

8
EL CARMEN

9
HORCASITAS

10
COYUL CHIQUITO

11
POTRERILLO COAPINOLE

12
TUXTEPEC

13
BUENA VISTA

14
XIHUITEPEC

15
JOLOTICHAN

16
PAJARITO GRANDE

17
LLANO SILLETA

18
SAN JOSÉ VISTA HERMOSA

19
MIAHUICHAN

20
PASCALA DEL ORO

21
ARROYO MIXTECOLAPA

MALINALTEPEC

1
SAN DIEGO VISTA HERMOSA

2
TIERRA COLORADA

3
POTRERILLO RINCÓN

4
ESPINO BLANCO

5
MEZON DE IXTLAHUAC

6
COLOMBIA DE GUADALUPE

7
ALACATLATZALA

8
SANTA CRUZ EL RINCÓN

9
EL COCOYUL

10
CERRO TEJON

11
TILAPA

12
RANCHO VIEJO

13
MONTE DE OLIVO

14
RANCHO NUEVO

METLATONOC

1
SAN MARCOS

2
LLANO DE LA PAROTA

3
OJO DE PESCADO

4
FRANCISCO I MADERO

5
LLANO DE LAS FLORES I

6
LLANO DE LAS FLORES II

7
EL ZAPOTE

8
LAGUNILLA YUCUTUNI

9
SAN LUCAS

10
CHILIXTLAHUACA

11
ZITLALTEPEC

12
METLATONOC

COCHOAPA EL GRANDE

1
EL COYUL

2
LLANO PERDIDO 1

3
DOS RIOS

MARQUELIA

1
ZOYATLAN

2
CAPULÍN CHOCOLATE

ILIATENCO

1
EL ASERRADERO

2
ARROYO SAN PEDRO

3
CRUZTOMAHUAC

4
TLAHUITEPEC

ATLAMAJALCINGO DEL MONTE

1
HUEHUETEPEC

2
SAN ISIDRO LABRADOR

COPANATOYAC

1
OCUAPA

2
TLALQUETZALAPA

3
OCOTEQUILA

4
COPANATOYAC

5
OZTOCINGO

TLAPA

1
SAN MIGUELITO

XALPATLAHUAC

1
XALPATLAHUAC


Para mayor información: http://www.policiacomunitaria.org